Ciudad de México, México, 14 de septiembre de 2019, México Ambiental. – En el mundo existen más de 150 especies de loros (psitácidos) que se encuentran amenazados en peligro de extinción debido al tráfico ilegal.
Los loros se han convertido en un gran negocio el cual deja cientos de millones de dólares. Siendo la principal familia de aves que atrae tanto interés e inversión.
Estas aves son vistos como “especie bandera” potenciales para promover los programas de concientización sobre cuidado del medio ambiente, fortalecen el desarrollo ecoturístico y contribuyen a la protección de grandes áreas de selva tropical.
En México hay 22 especies de loros, todas protegidas por las leyes mexicanas, dado que sus poblaciones han sido disminuidas en las últimas décadas debido a la captura ilegal y la destrucción de sus hábitats naturales.
Los loros son fundamentales para la biodiversidad de nuestro país. Su resistencia, su longevidad y su capacidad para imitar le habla humano son características que llaman la atención y provocan que la gente los tenga en sus hogares.
En México, los loros son agrupados en cuatro categorías de acuerdo a su tamaño: guacamayas (géneros Ara y Rhynchopsitta); loros y cotorros (género Amazona); pericos (géneros Aratinga, Pionus y Pyrilia) y periquitos (géneros Brotogeris, Bolborhynchus y Forpus).
En los últimos meses el número de publicaciones en diversas redes sociales sobre venta de loros, aves canoras y de ornato, son más frecuentes.
En la temporada de nacimientos de las especies, aumenta la demanda de especies como el loro nuca amarilla o “Tehuano” (Amazona auropalliata), guacamaya verde (Ara militaris), perico atolero (Aratinga canicularis o Eupsittula canicularis), cotorra cucha o cachetes amarillos (Amazona autumnalis), entre otros.
Las extracciones de estas aves se realizan cuando aún son polluelos, lo que facilita que se acostumbren a las personas que los alimentan identificándolos como su benefactor, creando un vínculo afectivo entre fauna y persona.
la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) mantiene la atención y vigilancia mediante una estrategia frontal contra el tráfico ilegal de especies de psitácidos en cada uno de los eslabones de la cadena, por medio de operativos en lugares de acopio, transporte, distribución y centros de comercio donde se ofertan especies de pericos, loros y guacamayas. Los operativos se intensifican en los meses de febrero a mayo por la temporada de crías de estas aves.