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Paulina Segovia Olvera, una científica mexicana que trabaja el procesamiento de materiales con láser y plasmónica en el CICESE

Ensenada, Baja California, México, 1 de julio de 2020, México Ambiental.- La elección de una carrera profesional, sin duda, se ve influenciada por las personas –padres, maestros y compañeros de grupo–que rodean a los aspirantes a entrar a la universidad. Aun en las disciplinas consideradas más difíciles, hay maestros que orientan los intereses de sus alumnos y logran ser una parte medular a la hora de elegir una carrera profesional.

Tal es el caso de la Dra. Paulina Segovia Olvera, es egresada de Ingeniería Física (con especialidad en plasmónica), y fue motivada por uno de sus maestros de preparatoria que era físico y trabajaba en el Centro de Investigaciones en Óptica, un centro CONACYT en León, Guanajuato. A través de él aprendió las aplicaciones de la óptica y las actividades que realiza un investigador.

La Dra. Paulina Segovia, también de León, explicó que en sus años de preparatoria era muy reservada y que fue en esa época que descubrió tener aptitudes para las matemáticas, a pesar de que en la primaria y secundaria había batallado con ellas.

Reconoció que cursar una carrera en ciencias es demandante.  Se puede ver con frecuencia que los alumnos que fueron sobresalientes durante sus años de educación media superior, en su primer semestre de universidad llegan a obtener calificaciones bajas o insuficientes. Lo complejo de la carrera es lo abstracto de las matemáticas, porque es algo no tan sencillo de visualizar.

Dijo que, en la academia, lo importante es ser perseverante y buscar la manera de ir cumpliendo los objetivos académicos que como alumno te has trazado. Ella, por ejemplo, priorizó los estudios y decidió “vivir” en la universidad, donde se juntaba con su grupo de amigos para estudiar y realizar tareas en equipo y de esta forma compartir y reforzar el conocimiento.

Durante su formación universitaria aprendió la importancia de esclarecer sus dudas y preguntar a sus maestros si algún tema le resultaba difícil de comprender con una primera explicación.

Después de haber cursado su carrera en la Universidad de Guanajuato, se mudó a Nuevo León para entrar a un programa de doctorado directo en la Universidad Autónoma de Nuevo León donde pasó los siguientes cinco años. Durante su tesis doctoral estudió esparcimiento elástico de plasmones polaritones superficiales en sistemas desordenados de partículas, en la unidad Monterrey del CICESE.

Paulina Segovia es miembro de la Sociedad Americana de Óptica (OSA, por sus siglas en inglés) y de la Sociedad Internacional de Óptica y Fotónica (SPIE), que son organizaciones internacionales que permiten a sus miembros tener acceso a los artículos científicos  que publican en sus respectivas revistas; al respecto comentó que ella es árbitro, por lo que le toca revisar algunos artículos y hacer las observaciones que considera pertinentes para que el autor corrija el contenido y lo someta a nueva revisión si es necesario.

Su experiencia profesional se amplió al realizar estancias fuera del país. Vivió durante seis meses en Irlanda, mientras aún era estudiante de doctorado. Una vez finalizados sus estudios, cambió de residencia a Inglaterra para realizar un postdoctorado durante dos años, experiencia que la dejó satisfecha y con buenos recuerdos de su tiempo ahí.

Antes de regresar a vivir a México vivió casi un año en Israel, donde trabajó en la universidad de Tel Aviv. Comentó que fue más difícil adaptarse al cambio cultural y de idioma.

Paulina Segovia regresó a México en 2016, merced a un programa implementado por el gobierno federal de ese entonces llamado Cátedras CONACYT. Su experiencia en plasmónica fue requerida para las investigaciones de procesamiento de materiales con láser en el CICESE, con el Dr. Santiago Camacho. Este proyecto se enfoca en estudiar la formación de estructuras periódicas inducidas por láser (LIPSS) en metales.

La Dra. Paulina Segovia explicó que la palsmónica es un área de la óptica que se encarga de estudiar los fenómenos en nano escala, es decir, cómo interactúa la luz con nano estructuras.

La plasmónica surge como una necesidad tecnológica. Uno de los desafíos de crear dispositivos pequeños, es la velocidad de procesamiento, almacenamiento y transferencia de información. En telecomunicaciones se utiliza la fibra óptica para enviar información a la velocidad de la luz. No obstante, cuando se trabaja con “cosas chiquitas” no se puede utilizar. Hay un fenómeno que se llama plasmones polaritones superficiales, que son modos electromagnéticos (luz) confinados en la interface entre un metal y un dieléctrico y que viaja a distancias muy cortas. Esto favorece mucho la transferencia de información en nano dispositivos (chips).

Con estos conocimientos, inició una investigación que se realiza en el CICESE (de estructuras periódicas superficiales inducidas por láser -LIPSS-), que sirve para crear con pulsaciones de luz patrones de texturizado micro o nanométricos en superficies como metales y vidrio que pueden usarse con diferentes propósitos; por ejemplo, ayudar a crear colores estructurados, imitando a los que hay en la naturaleza; aumentar la fricción en algunos materiales; para crear superficies hidrofóbicas, es decir, que no se mojen; para hacer superficies antibacteriales o antirreflejantes, y para aumentar la biocompatibilidad en implantes.

Explicó que al crear este texturizado láser en titanio para implantes permite que las células puedan crecer mejor una vez que han sido colocados en el paciente y evita el riesgo de rechazo.

Normalmente en la plasmónica se utiliza el oro, la plata y el aluminio para hacer dispositivos, el problema es que son materiales caros. El equipo de investigadores con el que trabaja la Dra. Paulina está probando la técnica de texturizado láser en diferentes materiales como el titanio, bismuto, molibdeno y vanadio, con el objetivo de que, aplicados a desarrollos tecnológicos, ayuden a reducir costos y tiempo de producción.

El laboratorio en el que trabajan, localizado en el edificio de Física Aplicada, es uno de los mejor equipados del país pues cuenta con diferentes tipos de láseres y equipos de caracterización. Las medidas de seguridad son estrictas porque manejan láseres de alta potencia. Es importante el uso de lentes especiales y no llevar joyas durante el manejo del equipo. Asimismo, manejar los láseres a una distancia considerable de los ojos y piel para evitar lesiones.

Las películas delgadas en las que se crea el texturizado debe de tener ciertas características. Ella las solicita al MC Alejandro Esparza, del ICAT de la UNAM, o al Dr. Roberto Sanginés del Centro de Nanociencias y Nanotecnología (CNyN) de la UNAM (ubicado también en Ensenada) quienes las elabora con esas especificaciones. Este es un ejemplo más del trabajo colaborativo que el CICESE y la UNAM están realizando.

En el CICESE, Segovia ha impartido la materia optativa de Plasmónica para hacer simulaciones. Actualmente, es directora de tesis de dos alumnos de maestría y otro más de doctorado, que comparte con el Dr. Camacho. Su día laboral transcurre en la redacción de artículos; revisión de tesis de sus estudiantes y el laboratorio. Recientemente el grupo de investigación al que pertenece publicó un artículo de formación de LIPSS en bismuto (reportadas por primera vez en este material).

Con información de Lina B. Zepeda Mendoza / Cicese. Fotos: Paulina Segovia

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