México pierde su cobertura forestal a una velocidad increíble e insostenible, por prácticas ilegales como: cambio de uso del suelo con fines agropecuarios y urbanos, tala clandestina, comercio de materias primas y productos forestales, desarrollo de minería de materiales metálicos y no metálicos, incendios, y plagas, entre otros muchos factores. La tasa neta de pérdida es de 128 mil 800 hectáreas de cobertura vegetal al año.
Así lo reportó en enero de 2021 el Programa Nacional Forestal 2020-2024 publicado en el DOF por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat). Hoy, la tasa se ha modificado al alza.