TERESA DE MIGUEL
Ciudad de México, México, 3 de septiembre de 2018, El País. – A los pies de la Torre Latino, en el corazón del centro histórico de la Ciudad de México, dos amplios techos de lámina y un espejo de agua ofrecen refugio del caos en la calle Madero. Pero las estructuras también sirven para captar agua de lluvia en la exposición BajoTech2o, que busca hacer reflexionar sobre la problemática del agua en la capital.
Aunque es temporada de lluvias en la Ciudad de México, en decenas de colonias el líquido no llega a las casas de sus habitantes. El recurso se extrae de los sobreexplotados mantos acuíferos de la ciudad o tiene que viajar 150 kilómetros a través del envejecido sistema Lerma-Cutzamala.
“Tenemos una solución al alcance, mucho más fácil, mucho menos costosa, y esa es la captación de agua de lluvia”, explica Sofía Arredondo. La diseñadora forma parte del estudio MAPA, creadores de la instalación artística en el espacio cultural del Atrio de San Francisco.
La pieza central de la obra son dos grandes techos de lámina que permiten captar el agua de lluvia. Mediante unas canaletas, el líquido es conducido a través de una serie de filtros a dos depósitos conectados a unos bebederos que ofrecen agua potable a los visitantes de la exhibición.
“Pensar que en el centro de esta gran ciudad todavía se puede captar el agua de lluvia y consumirla cambia muchos paradigmas”, dice Renata Fenton, cofundadora de Isla Urbana. La empresa, fundada hace casi diez años, desarrolló los sistemas de captación que se pueden ver en BajoTech2o.
La instalación tiene el potencial de captar 17.000 litros de agua de lluvia durante los tres meses que estará abierta al público.