Londres, Inglaterra, 12 de julio de 2019, The Guardian.- Cada septiembre comienza un increíble fenómeno migratorio. Nubes de rayas mariposas monarca anaranjadas partieron en un viaje de 2.500 kilómetros, viajando desde el sur de Canadá a climas más cálidos en el sur de California y México. Al llegar la primavera, siguen la flor del algodoncillo y viajan de regreso al norte. Ninguna mariposa completa todo el viaje: después de volar cientos de kilómetros, las mariposas hembras ponen huevos y pasan la batuta a la siguiente generación. Ahora, un nuevo estudio, publicado en Biology Letters, revela cómo estos increíbles insectos hacen uso del clima para ayudarlos en su viaje.
Se adjuntaron transmisores de radio miniaturizados a las mariposas y se realizó un seguimiento de su viaje mediante una serie de torres de telemetría automatizadas. Los resultados muestran cómo las monarcas se elevan para aprovechar los fuertes vientos de cola, avanzando hasta 31 km / h. Los que tienen que viajar más lejos parecen viajar más rápido, pero todas las mariposas toman días de descanso de vez en cuando. Las temperaturas más cálidas también ayudan (aunque solo hasta cierto punto) y en un buen día lograron recorrer más de 100 km. La lluvia ligera no parece tener ningún efecto adverso, pero los investigadores señalan que no rastrearon a ningún individuo durante los eventos de lluvia intensa. ¿Acaso se refugian y recuperan el tiempo perdido?
