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Cempoala. Lugar de veinte aguas, es un libro que reivindica la expedición científica a Cempoala de Francisco del Paso y Troncoso

Ciudad de México, México, 23 de febrero de 2019, México Ambiental.-  Con objeto de explorar el sitio de la Villa Rica, que fundó Hernán Cortés, y Cempoala, en Veracruz, capital totonaca y primera población aliada a los conquistadores, que para los españoles era la más grande que habían encontrado en el Nuevo Mundo, entre agosto de 1890 y mayo de 1891 Francisco del Paso y Troncoso lideró una expedición al sitio, por parte de la Comisión Científica de Cempoala. Las imágenes y textos resguardado en oscuros depósitos -resultado de las primeras exploraciones arqueológicas en este sitio prehispánico, tuvieron que esperar casi 130 años para ser publicadas.

 

En un texto reciente del Instituto Nacional de Antropologia e Historia de México, se explica que en Cempoala, en 1519 se fraguaron los primeros planes de incursión hispana hacia Tenochtitlan, de manera que fue el umbral de la campaña de Conquista, pero a medida que se consolidó el régimen colonial, la ciudad prehispánica se eclipsó quedando abandonada y oculta tras un abrigo de vegetación boscosa.

 

El sabio lingüista e historiador Del Paso y Troncoso conocía la importancia del sitio y se aventuró a descubrirlo en el siglo XIX, a través de exploraciones practicadas en mar y tierra, estableciendo las bases de la arqueología histórica y subacuática, a pesar de la rudimentaria escafandra, los pocos implementos de buceo y la práctica hasta ese momento de las misiones científicas emprendidas en contextos de invasión y guerra, pues tenía la certeza de que podía encontrar rastros y naves de Cortés.

 

Firme en que la exploración, efectuada durante ocho meses de intenso trabajo de campo, tenía proporciones grandiosas y de que haría eco en fastos arqueológicos, trató de dar cuerpo a algo más que un informe: una memoria que contuviera planos, dibujos (solicitados al pintor José María Velasco), las fotografías captadas por Rafael García durante la expedición, noticias y descripciones de las colecciones recuperadas in situ, pero nunca lo logró.

 

Ahora mismo, en el contexto de los 500 años de la llegada de Hernán Cortés a las costas de Veracruz, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Universidad Veracruzana (UV) desempolvan el trabajo de Francisco del Paso y Troncoso y dan a luz la obra editorial Cempoala. Lugar de veinte aguas, como reconocimiento a aquel esfuerzo decimonónico que constituye un hecho sin precedentes en la historia de la arqueología mexicana.

 

“Estos tres años, la comunidad académica del INAH y del país recordará, reflexionará y recuperará la memoria de los 500 años de la llegada de los grupos de europeos al territorio mexicano. En este marco, me parece oportuna la publicación de esta obra que tiene que ver con la tarea de Francisco del Paso y Troncoso y su preocupación por recuperar esta memoria, y conectar con lo que el historiador Antonio Saborit señala como la invención del siglo XVI en el XIX, cuando se reconfiguran personajes como Cuauhtémoc y Moctezuma”, dijo Diego Prieto Hernández, director general del INAH, en la presentación de la obra efectuada en el Museo Nacional de Antropología.

 

 

 

“Ahora tenemos que hacer una reconversión de esta memoria que tiene que ver con la historiografía, arqueología y etnohistoria, pero también con un debate intelectual que debemos alimentar en una perspectiva plural, incluyente, que evite los fundamentalismos excluyentes y caricaturescos, y permita entender este proceso complejo que va de 1519 a 1521: encuentro, confrontación, colapso y profunda transformación cultural, acompañada de fenómenos de resistencia y luchas por la protección de la nación pluricultural que ahora se reconoce”.

 

Este momento ofrece la oportunidad para la construcción verdadera de una sociedad pluricultural, incluyente, capaz de reconocer en la diversidad un motivo de enriquecimiento cultural, y no de desigualdad y discriminación, comentó Diego Prieto, al destacar que la publicación también se enmarca en los 80 años de la fundación del INAH y el 75 aniversario de la UV.

 

La rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara, dijo que la obra constituye la reivindicación de la memoria de los trabajos pioneros en el terreno de la arqueología mexicana y, en particular, de la expedición realizada en Veracruz por Francisco del Paso y Troncoso, quien dio valor a la exploración de campo para dar contexto a los objetos de los museos, y fue precursor en el uso de la herramienta fotográfica al servicio de la arqueología, a través del lente de Rafael García. Asimismo, Del Paso y Troncoso posicionó su trabajo de campo dentro de los pioneros que cotejan las fuentes históricas y la cultura material recuperada.

 

Dijo que el título Cempoala. Lugar de las veinte aguas se refiere no al sitio arqueológico, como podría intuirse, sino a la expedición de Del Paso y Troncoso. Se trata de una edición impecable, encuadernada en pasta dura, impresa en papel de gran calidad, en cuyas páginas se disfruta de las fotografías recuperadas de la Fototeca Nacional del INAH, del Fondo Expedición de Cempoala, captadas entre 1890 y 1891 por Rafael García, y curadas para esta edición por el fotógrafo David Maawad.

 

Las imágenes van acompañadas de los textos, producto de la expedición, que Francisco Del Paso y Troncoso elaboró para cada una, conservando la redacción de los escritos como fueron hechos por el notable anticuario.

 

El contenido anterior va precedido por tres textos contemporáneos: el prólogo de Antonio Saborit; “Lugar de las veinte aguas”, escrito por los investigadores de la UV, Félix Báez-Jorge y Sergio R. Vásquez Zárate; y “La reconstrucción de un viaje”, de David Maawad. En conjunto contextualizan sobre la comisión científica, así como el personaje de Del Paso y Troncoso, y reivindican la relevancia de aquella expedición.

 

El libro también fue comentado por el arqueólogo Eduardo Matos, investigador emérito del INAH, quien destacó la expedición científica de Del Paso y Troncoso, contextualizándola en las de su época, cuando la mayoría se hicieron apoyadas por invasiones entre naciones; dijo que esta tradición terminó con la exploración de Cempoala, la cual marcó un precedente porque la organizó un sabio de la época que se dedicó a la ciencia.

 

El historiador Antonio Saborit, director del Museo Nacional de Antropología y autor del prólogo, habló del antiguo Museo Nacional como un lugar donde en el siglo XIX había una intensa actividad intelectual y editorial poco abordada por la historia, así como del personaje de Francisco del Paso y Troncoso en aquel contexto, las críticas de las que fue objeto y su posicionamiento frente a las políticas de investigación histórica y arqueológica del siglo XIX, amén de la  innovación de técnicas, como el haber sido pionero en el mundo de la arqueología subacuática, con la búsqueda de las naves de Hernán Cortés.

 

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