Ciudad de México, México, 16 de junio de 2020, México Ambiental.- El 31 de mayo de 2020, la OMS recibió información de que entre el 18 y el 30 de mayo se habían notificado cuatro víctimas mortales en el mismo barrio (Air Congo), en la zona sanitaria de Wangata, Mbandaka, provincia de Équateur, en la República Democrática del Congo. Todos los casos habían presentado fiebre y hemorragias antes del fallecimiento. De los cuatro pacientes fallecidos, dos visitaron el Hospital General de Referencia de Wangata y se tomó una muestra (frotis) a uno de ellos, que murió el 30 de mayo. No fue posible ofrecer a estos cuatro pacientes entierros seguros y dignos.
De acuerdo a información de la Organización Mundial de la Saludo, en su sitio web, el 31 de mayo, el hermano del presunto caso fallecido el 22 de mayo y su esposa acudieron al Hospital General de Referencia de Wangata; ambos tenían fiebre, diarrea no sanguinolenta y vómitos. Se les aisló después de tomarles muestras de sangre.
Las tres muestras (dos muestras de sangre y un frotis) se analizaron en un laboratorio de Mbandaka, donde arrojaron resultados positivos en la prueba GeneXpert de detección de la enfermedad por el virus del Ebola (EVE). Una de las tres muestras (el frotis) se envió el 31 de mayo de 2020 al Institut National de Recherche Biomédicale (INRB) en Kinshasa, donde arrojó resultados positivos en la detección del virus del Ebola Zaire mediante la prueba de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR).
Hasta el 2 de junio de 2020, se han notificado ocho casos vinculados epidemiológicamente: dos casos confirmados que siguen con vida, dos casos sospechosos y cuatro casos mortales (uno confirmado y tres probables). El 1 de junio de 2020 el Ministerio de Salud declaró oficialmente el brote en la provincia de Équateur.
Esta provincia ya experimentó un brote de EVE con 54 casos y 33 muertes, notificados desde el 8 de mayo de 2018 hasta el 24 de julio de 2018. Este es el undécimo brote de EVE notificado en la República Democrática del Congo desde el descubrimiento del virus en 1976.
En el contexto del brote activo de COVID-19, la capacidad y recursos sanitarios de la República Democrática del Congo ya se encuentran sometidos a gran presión e imponen cargas adicionales al sistema nacional de salud. El riesgo de que las actividades sistemáticas de salud pública y de vigilancia queden interrumpidas a causa de la COVID-19 podría comprometer la capacidad del país para contener rápidamente el rebrote de casos de EVE. Hasta el 2 de junio de 2020, la República Democrática del Congo ha notificado 3194 casos y 71 muertes por COVID-19.
Respuesta de salud pública
La OMS y el Ministerio de Salud han puesto en marcha una respuesta rápida coordinada para contener la propagación del brote, y detectar cualesquiera otros casos sospechosos e iniciar el rastreo de contactos. El 31 de mayo de 2020 se iniciaron investigaciones epidemiológicas en profundidad y el rastreo de contactos.
El Ministerio de Salud, con el apoyo de la OMS y sus asociados, tiene previstas las siguientes medidas:
- Iniciar las actividades de comunicación de riesgos y de colaboración con la comunidad
- Establecer un plan de respuesta rápida con necesidades bien definida
- Llevar a cabo una evaluación rápida de los riesgos
- Suministrar vacunas y equipo para mantener la cadena de frío
- Movilizar apoyo financiero.
Ahora mismo se evalúa la capacidad de laboratorio de Mbandaka y facilito apoyo para encontrar una configuración adecuada y suministros adicionales. Las actividades para efectuar entierros seguros y dignos podrían reiniciarse en breve, con la colaboración adecuada de la comunidad. El apoyo a la gestión de casos también es importante para garantizar que las personas afectadas reciben atención médica.
La OMS no ha recibido fondos adecuados para la lucha contra la EVE desde principios de 2020, y en estos momentos recurre a sus fondos de emergencias para apoyar las intervenciones epidemiológicas y de salud pública. Los recursos humanos y financieros de la República Democrática del Congo, la OMS y los asociados afrontan dificultades debido al brote activo de COVID-19.
Evaluación del riesgo por la OMS
La OMS señala que el rebrote actual es inconveniente, pero no inesperado dado el potencial conocido de propagación de virus procedentes de la fauna salvaje en África, a lo que se suma la alta densidad de población en la región, además de factores sociológicos, ecológicos y ambientales que podrían influir en la reaparición de la EVE.
Se necesitan epidemiólogos para la vigilancia epidemiológica; especialistas en prevención y control de infecciones; vacunadores; personal de laboratorio y para la gestión de casos; y expertos en colaboración comunitaria y comunicación de riesgos. Los equipos necesitan materiales para la prevención y el control de las infecciones y equipo de protección personal (EPP), material para la cadena de frío, reactivos para las pruebas diagnósticas en laboratorio y medios de transporte.
Las poblaciones de la zona en la que se han notificado los casos y las muertes son pobres y vulnerables, y se sabe que son reacios a la movilización social. Ello puede suponer nuevos retos para la investigación de casos, el rastreo de contactos, la celebración de entierros seguros y dignos y la vacunación en los próximos días.
Se han detectado retos adicionales con respecto a:
- la realización de nuevas investigaciones sobre el evento para conocer la magnitud del brote
- la detección y rastreo de contactos, y la detección de presuntos casos
- la vacunación para controlar el brote
- la comunicación de riesgos
- el contexto de la COVID-19, en particular los confinamientos y la ausencia de vuelos.
Continúan las investigaciones para evaluar toda la envergadura del brote, por lo que debería mantenerse un alto nivel de vigilancia. Esta información contribuirá a definir el riesgo en los próximos días.
Consejos de la OMS
La OMS aconseja que se apliquen las siguientes medidas de reducción de riesgos como forma eficaz de reducir la transmisión de la enfermedad por el virus del Ebola en los seres humanos:
Reducir el riesgo de transmisión del virus desde la fauna salvaje a los seres humanos por contacto con murciélagos frugívoros o monos/simios y el consumo de su carne cruda. Deberían utilizarse guantes y otra indumentaria de protección adecuada al manipular animales. Los productos de origen animal (sangre y carne) deberían cocinarse por completo antes de consumirlos.
Reducir el riesgo de transmisión entre seres humanos por contacto directo o estrecho con personas con síntomas de ebola, y especialmente con sus líquidos corporales. Deben llevarse puestos guantes y equipo de protección personal adecuado al atender a pacientes enfermos a domicilio. Es necesario lavarse las manos con regularidad después de visitar a pacientes en el hospital, y después de visitas domiciliarias.
Reducir el riesgo de una posible transmisión sexual: a raíz de un análisis exhaustivo de las investigaciones en curso y las consideraciones del Grupo Consultivo de la OMS sobre la Respuesta a la Enfermedad por el Virus del Ebola, la OMS recomienda que los supervivientes varones de EVE adopten prácticas sexuales y de higiene seguras durante 12 meses a partir del inicio de los síntomas o hasta que las muestras de semen arrojen resultados negativos en dos pruebas de detección del virus del Ebola. Debería evitarse el contacto con líquidos corporales y se recomienda lavarse con agua y jabón. La OMS no recomienda el aislamiento de pacientes convalecientes (mujeres u hombres) cuya sangre haya dado resultados negativos en las pruebas de detección del virus del Ebola.
Seguir formando y reciclando al personal de salud para la detección temprana, aislamiento y tratamiento de los casos de EVE.
Teniendo en cuenta la información disponible, la OMS mantiene su consejo de no restringir los viajes a la República Democrática del Congo ni el comercio con este país.
