Ciudad de México, México, 12 de enero de 2022, México Ambiental. – En el mundo, más de 70 parientes silvestres de algunas de las plantas cultivadas más importantes del planeta están amenazadas de extinción, confirmó un estudio de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) presentado en Marsella, Francia, en septiembre pasado en el Congreso Mundial de la Naturaleza de la UICN, reunido en Marsella. Estas plantas, originarias de México, Guatemala, El Salvador y Honduras, resguardan recursos genéticos que son necesarios para producir en el mundo cultivos más resilientes al cambio climático, a las plagas y las enfermedades, y para mejorar además su rendimiento.
El Dr. Bruno Oberle, director general de la UICN señaló que estas conclusiones “… ponen también de manifiesto la urgente necesidad de un sólido marco global de conservación de la biodiversidad que establezca metas medibles y basadas en datos científicos, para construir un futuro resiliente.”
Y es que en el mundo actual que se transforma rápidamente, la diversidad genética es esencial para que nuestros cultivos resistan al cambio climático. “Necesitamos biodiversidad para garantizar la seguridad alimentaria y medios de vida para la población creciente del planeta, como se demuestra en este estudio,” dijo.
El documento, publicado en esa época en la revista Plants, People, Planet, analiza 224 plantas estrechamente emparentadas con los cultivos de maíz, papa, frijol, calabaza, chile, vainilla, aguacate, tomatillo y algodón, y encontró que 35 % de estas plantas silvestres están amenazadas de extinción, a causa de la conversión de hábitats naturales para usos humanos, unida al abandono de métodos agrícolas tradicionales que son reemplazados por la mecanización y el uso generalizado de herbicidas y pesticidas. Las especies invasoras y las plagas, la contaminación por cultivos genéticamente modificados, la recolección excesiva y la tala plantean amenazas adicionales.
Los grupos de plantas silvestres que corren el mayor riesgo de extinción son diferentes especies de vainilla presentes en la región, que están clasificadas como En peligro crítico o En peligro en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICNTM. También, 92 % de las especies de algodón (Gossypium) y 60 % de las de aguacate (Persea), que se encuentran amenazadas. En dos grupos emparentados con el maíz, Zea y Tripsacum, respectivamente 44 % y 33 % de las especies están amenazadas. También están amenazadas, al menos 31 % de las especies de frijol, una de cada cuatro especies de chile, 23 % de las especies de papa, 12 % de las de tomatillo y 9 % de las de calabaza.
Un grupo de dieciséis especies silvestres afines incluidas en este estudio han sido utilizadas para obtener cultivos más resilientes al cambio climático, fenómenos meteorológicos extremos y otras amenazas, por ejemplo, calabazas resistentes al frío, maíz capaz de producir rendimientos superiores y papas resistentes a la sequía y al mildiú o tizón, enfermedad que históricamente devastó los cultivos de papas en Europa.
“Estas conclusiones implican consecuencias que pueden ser críticas para los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria. Es imprescindible que los sectores de la agricultura y la conservación trabajen juntos para salvaguardar a los parientes silvestres mesoamericanos de las especies cultivadas, fomentando al mismo tiempo las economías rurales y los medios de vida,” comentó la Dra. Bárbara Goettsch, autora principal del estudio, y presidenta del Grupo de Especialistas en Cactáceas y Plantas Suculentas. “Estas especies deben ser protegidas en el campo por medio de una producción agrícola diversa y sustentable. Al mismo tiempo, la diversidad genética de los parientes silvestres de los cultivos debe estar mejor representada en los bancos de germoplasma”, dijo la coordinadora del estudio que financió la Iniciativa Darwin.
En este marco, el Dr. José Sarukhán, coordinador nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) comento: “Dado que Mesoamérica es centro de origen y domesticación de cultivos es de importancia mundial, en el contexto del calentamiento global, la preservación de los parientes silvestres de cultivos de la región y de su diversidad genética, puesto que estas plantas han evolucionado en condiciones ambientales muy variadas. La población local usa tradicionalmente la diversidad de especies de la región como alimentos y medicinas, y numerosos grupos culturales tienen papeles centrales que desempeñar en su preservación. Es fundamental conocer el riesgo de extinción de las especies silvestres emparentadas con los cultivos para desarrollar estrategias de conservación locales, nacionales y regionales”.
Este estudio es el resultado de la colaboración entre la UICN y siete entidades asociadas, entre las que se cuentan la CONABIO, el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), el Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícolas (ICTA), el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal Enrique Álvarez Córdova (CENTA) y la Universidad de Birmingham. Los 224 parientes silvestres de especies cultivadas evaluados en este estudio figuran ahora en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICNTM.
Los resultados mencionados aquí no se limitan a la región. Otros parientes silvestres de cultivos alimentarios como el plátano, la manzana, la ciruela y el jengibre también están amenazados, según la Lista Roja de la UICN.
“El ritmo sin precedentes de la pérdida de biodiversidad, que es uno de los retos globales decisivos de nuestro tiempo, tiene consecuencias muy importantes, menoscabando la resiliencia de los sistemas agrícolas, amenazando la seguridad nutricional y poniendo en peligro de quiebre a nuestros sistemas agrícolas cada vez más homogéneos. La diversidad de especies silvestres emparentadas con cultivos en Mesoamérica constituye una parte importante del patrimonio genético que proporciona las bases para una mejora significativa de los cultivos a nivel mundial. Este estudio de gran importancia suministra una base sólida para el establecimiento de planes adecuados de conservación de la agrobiodiversidad y contribuirá a garantizar efectivamente la seguridad alimentaria y nutricional de la región,” comentó la Dra. Mariana Yazbek, copresidenta del Grupo de Especialistas en Especies Silvestres Emparentadas de la Comisión de Supervivencia de Especies (CSE) de la UICN.