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Barco atunero Manzanillo del poderoso Grupomar, provoca la muerte de delfines y peces de escama en Michoacán

Video: Ismael Plancarte Solís, pescador deportivo de Lázaro Cárdenas, Michoacán

 

Lázaro Cárdenas, Michoacán, México, 11 de mayo de 2018, México Ambiental.- Considerada una de las más poderosas empresas de pesca industrial de América Latina con una de las más modernas flotas atuneras con tres modernos barcos construidos en astilleros de Gijón, España, el Grupo Marítimo Industrial SA de CV (Grupomar), ha permitido que al menos uno de sus barcos, el Manzanillo –dotado de la más alta tecnología de sonar y helicóptero- arrase con delfines y especies pelágicas como barrilete, chula y jurel y de orilla como pargo y robalo, frente a las costas de Lázaro Cárdenas, en sus regulares incursiones al océano Pacífico en el litoral michoacano donde captura atún aleta amarilla (Thunnus albacares). Ambientalistas mexicanos del puerto Lázaro Cárdenas piden que Antonio Suárez Gutiérrez, el presidente del Consejo de Administración de Grupomar detenga esta nueva matanza o explique la operación de su flota.

 

Grupomar además de la captura de atún, procesa bajo la marca Marindustrias en su planta de enlatado de Manzanillo atún, salmón, pollo y mariscos, bajo las marcas Tuny, Ancla, Capitán Nemo y Nicolasa. Ante la alta mortandad de delfines, grupos ambientalistas y pescadores locales de Lázaro Cárdenas y de Michoacán pidieron la intervención de las autoridades federales mexicanas y lanzaron un llamado a los consumidores para no comprar estas marcas de atún enlatado que tienen una alta demanda en el mercado nacional donde están perfectamente posicionadas.

 

Apenas al comienzo del mes de mayo, el barco Manzanillo, lanzó sus redes de cerco cerca de la línea de costa de Michoacán frente al puerto industrial y vació las aguas de pescados, ante la sorpresa de turistas, habitantes, pescadores comerciales y deportivos de la zona y con la evidente complicidad de las autoridades de la Secretaría de Marina, Profepa y la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca de México. La proximidad a la costa fue lo que llamó la atención de los lugareños al principio, pero después se convirtió en profundo malestar al ser testigos del regreso al mar de cadáveres de delfines y peces si valor comercial para ellos –considerados “morralla” o “basura”-, la llamada fauna de acompañamiento que también en capturada incidentalmente en las grandes redes de cerco y de arrastre de este enorme barco.

 

Inmediatamente han circulado vídeos testimoniales en redes sociales, fundamentalmente Facebook, donde se reporta gráficamente y se denuncia, el fenómeno de la pesca no selectiva de atún y la matanza del emblemático delfín en Lázaro Cárdenas. En uno de estos clips, Ismael Plancarte Solís, pescador deportivo residente en Lázaro Cárdenas, aseguró que esta pesca de atún –que calificó como ilegal- no solo se presenta en el litoral michoacano sino también en el vecino estado de Guerrero. En las costas de Cachán, Ixtapa y Zihuatanejo, sin embargo, se han presentado incidentes con pescadores comerciales y deportivos que han “ahuyentado” a los grandes barcos atuneros que por esa razón excepcionalmente se acercan a la zona.

 

El barco Manzanillo –junto con los barcos Gijón y Oaxaca- es la moderna flota del Grupo Marítimo Industrial SA de CV (Grupomar) -cuyo socio accionista mayoritario y fundador es el empresario hispano mexicano Antonio Suárez Gutiérrez, nacido en Oviedo, España en 1942- y fueron adquiridos recientemente a la empresa armadora Armón que tiene sus astilleros en Gijón, Asturias, España y traídos a México, saliendo desde el puerto de El Musel en el país ibérico. La inversión en las tres naves asciende a 2,275 millones de pesos. El Gijón, el barco hermano de Manzanillo, entró en operaciones formales en marzo de 2014 en Manzanillo en un acto de abanderamiento encabezado por el presidente Enrique peña Nieto, quien entonces presumió que era (y es) el buque pesquero de mayor producción en toda la flota atunera mexicana.

 

El barco Manzanillo es una nave grande con una eslora de 68.150 metros y una manga de 13.650 metros. Cuenta con 150 toneladas/día de capacidad de planta congeladora, mil 600 m3 de bodegas para almacenaje de atún y un tonelaje de dos mil 42 toneladas métricas. Su tecnología de las más modernas del mundo, comprende el uso de un helicóptero de avistamiento y una barcaza para tirar y operar la red de cerco.

 

Con su flota de tres barcos –Manzanillo, Gijón y Oaxaca- la capacidad de captura de Grupomar pasó de 3 mil 800 a 7 mil 500 toneladas de acarreo por viaje de pesca. De ese tamaño es el exfolio de los mares mexicanos y con estos volúmenes se entiende además el daño ambiental y la alta mortandad de delfines en las operaciones de captura de atún, lo que se hace impunemente pues no siempre hay observadores ambientales a bordo –de la Comisión Interamericana de Atún Tropical o de cualquier otro grupo- y la flota de Grupomar tampoco es molestada por los inspectores federales de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca, la Conapesca.

 

Así es como el Manzanillo y otras naves atuneras llegan al litoral michoacano a capturar los cardúmenes de atún que se acercan a alimentarse de sardina y anchoveta, que se refugian en los rompientes muy cerca de la línea de costa.

 

Grupomar parece tener un doble discurso pues mientras realiza una pesca de altura intensiva y extensiva, maneja públicamente una imagen de responsabilidad social, de una sólida cultura corporativa y de una práctica de pesca sustentable. Nada más lejano de la realidad.

Con el respaldo de una empresa asesora de marketing, Grupomar asegura que sus proyectos empresariales y su pesca se realizan con el menor impacto al  medio ambiente y siempre “manteniendo el equilibrio ecológico”. Por esa razón en febrero de 2017 recibió el Premio Nacional Agroalimentario. Grupomar pertenece además a la Alianza del Pacífico que también recibió el distintivo Marine Stewardship Council (MSC), el más importante galardón a escala mundial en términos de pesca responsable y sustentable basada en la ciencia. Solo 12 por ciento de todas las pesquerías del mundo han obtenido esta certificación. Al respecto en el sitio web de la empresa México hispana se lee respecto al premio: “… congratulándose Grupomar al ser miembro de ella, comprometiéndose y obligándose a continuar con las buenas prácticas así como fortalecer la posición de la empresa que respeta y protege las especies marinas y su entorno”.

Grupo Marítimo Industrial SA de CV (Grupomar)

Grupomar describe en su sitio web que el origen de esta empresa es a principios de la década de los años 60 de la mano de su ahora presidente, don Antonio Suárez Gutiérrez. En 1982 una empresa del grupo, Maratún, inició sus actividades en la pesca del atún y a finales de esa década, Operatún -otra compañía del grupo- operó una flota de 13 buques atuneros y ya para entonces Antonio Suárez era considerado “… uno de los armadores atuneros más importantes del mundo”.

La crisis sobrevino con el embargo atunero impuesto por Estados Unidos al comienzo de la década de los 90, precisamente porque la flota de pesca de atún en México era responsable de la muerte de delfines y otros mamíferos marinos y peces. El grupo decidió estratégicamente vender su flota y concentrarse en la industrialización de atún a través de la empresa Marindustrias, con una planta ubicada en Manzanillo donde se produjo inicialmente el atún  enlatado de la marca Tuny.

Grupomar es una empresa muy sólida que produce un tercio del atún enlatado que se consume en México y el 90% de ensaladas y especialidades del mar. Actualmente procesa 1 millón 200 mil latas diarias y la demanda de atún crece.

La contradicción de Grupomar en su filosofía empresarial frente a la operación de la pesca de atún, es evidente al contrastarlo con sus conceptos de misión y visión:

Misión

“En Grupomar somos líderes en las actividades de pesca, servicios portuarios, industrialización y comercialización de alimentos de consumo masivo, mediante personal calificado y comprometido con una organización integrada verticalmente, con procesos y productos innovadores que a través de estándares de calidad y competitividad genera valor para sus accionistas, empleados, clientes y proveedores, contribuyendo al desarrollo de su entorno”.

Visión

“Mantener el liderazgo de captura, por tonelada de acarreo, mediante tripulaciones competentes y certificadas, cumpliendo con las normas de sustentabilidad y conservación del medio ambiente logrando un nivel óptimo”.

Grupomar, a través de sus empresas armadoras Maratún y Martuna, posee una flota propia de grandes buques atuneros, sardineros y palangreros que la ubican como líder en la captura de atún por tonelada de acarreo a nivel nacional. De acuerdo a la propia empresa, sus modernos buques han tenido “… el récord nacional de pesca de atún aleta amarilla en varios años”.

Flota atunera

La propia empresa explica que su flota “… es considerada como la más eficiente por tonelada de acarreo de pesca de atún aleta amarilla en el continente americano. Cada uno de nuestros buques lleva a bordo un observador de la Comisión Interamericana de Atún Tropical (CIAT), organismo con sede en estados Unidos, el cual registra los lances de pesca para vigilar la sustentabilidad del atún y buen cuidado de los delfines; sus registros son reportados a la CIAT y a nuestro gobierno, ya que México es miembro de este organismo junto con otros 21 países”. Sin embargo en la práctica eso no es así y la alta mortandad de delfines rodea las operaciones del barco Manzanillo y de otras naves de esta poderosa flota.

Flota sardinera

La empresa Océano Industrial del Grupo Marítimo Industrial SA de CV (Grupomar), cuenta con 3 embarcaciones: La Peque es la embarcación con la tecnología más avanzada para la localización, captura y conservación de sardina a bordo – Sardinops sagax, entre otras especies-, con una capacidad de 200 toneladas. Las otras embarcaciones son Mariale y el Propemex PM-2s, con capacidades de 100 toneladas.

Los 3 barcos pueden capturar sardina, macarela, anchoveta o calamar loligo.

Industria de atún y sardina enlatada

Grupomar, con la planta en Manzanillo de la empresa Marindustrias que genera 2,500 empleos, produce 1 millón 600 mil latas diarias lo que permite el liderazgo del mercado en México. Aquí se enlata además de atún  y sardina otros productos como salmón, pollo y mariscos, todo a partir de sus marcas Tuny, Ancla, Capitán Nemo y Nicolasa.

En esta planta de Manzanillo se procesan más de 130 toneladas diarias de atún que de acuerdo a la propia empresa se hace “… con los más altos estándares de calidad para así brindar seguridad alimentaria”. Se supone que 100 % de la producción es verificada con procesos de esterilización y rayos X, asegurando la ausencia de material extraño o latas golpeadas. Marindustrias cuenta con 12 centros de distribución en México y cubre todos los canales comerciales de venta: cadenas de tiendas de autoservicios, tiendas de conveniencia, súper farmacias, mayoreo, a instituciones de gobierno, food service y exportaciones.

Con todo y su gran poder económico y político –cuenta con el sólido apoyo del presidente Enrique Peña Nieto y del titular de la Conapesca Mario Gilberto Aguilar Sánchez- el Grupo Marítimo Industrial SA de CV (Grupomar) y su presidente Antonio Suárez Gutiérrez, tienen mucho que explicar sobre el doble discurso ambientalista y sobre todo, detener la matanza de delfines de su flota atunera en aguas mexicanas del Océano Pacífico meridional.

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