Roma, Italia, 15 de mayo de 2016, ABC.- Un equipo de investigadores italianos de la Universidad de La Sapienza en Roma, propone un origen diferente para las ondas gravitacionales captadas por primera vez por el LIGO (Observatorio Gravitacional de Interferomería Láser).
Aunque los científicos italianos no tratan de restar validez al descubrimiento, sí apuntan una procedencia diferente a la fusión de dos agujeros negros; el germen de las arrugas detectadas en el espacio-tiempo estaría en un objeto todavía teórico, llamado gravastar.
Para salir definitivamente de dudas habrá que esperar a detectar nuevas ondas gravitacionales producidas por la fusión de agujeros negros aún más grandes.
Puedes ver la explicación a este descubrimiento en el videoblog de José Manuel Nieves «Materia oscura», sobre estas líneas.