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La antesala de los Nobel premia a Médicos Sin Fronteras y a tres científicos

Los galardones reconocerán la lucha contra el ébola e importantes descubrimientos en los mecanismos de protección del ADN y en la lucha contra el cáncer a través del sistema inmune

Foto: Médicos sin Fronteras

Madrid, España, 8 de septiembre de 2015, ABC.es.- Los premios Lasker, que están entre los galardones más prestigiosos en el campo de la medicina y que en ocasiones se consideran como la antesala a los premios Nobel, se entregarán este año a tres científicos que han hecho importantes avances en el campo del cáncer y la genética y a Médicos Sin Fronteras, por su papel en la crisis del ébola en África occidental.

La Fundación Lasker ha anunciado hoy que los premios, que consisten en una cantidad de 250.000 dólares, serán entregados el 18 de septiembre a Evelyn M. Witkin y a Stephen J. Elledge en la categoría de «Investigación Médica Básica» por sus trabajos en «reparación de daño genético», un conjunto de acciones que llevan acabo las células de levaduras, bacterias y humanos para proteger sus genomas.

En la categoría de «Investigación Clínica», el premiado será James P. Allison por descubrir y desarrollar un tratamiento contra el cáncer basado en la terapia de anticuerpos, que permite darle rienda suelta al sistema inmune para luchar contra el cáncer.

Por último, Médicos Sin Fronteras recibirá el premio Lasker en la categoría de «Servicio Público» por su «audaz liderazgo» en la lucha contra el ébola en África occidental, y «por su respuesta sostenida y eficaz en primera línea para responder a las emergencias sanitarias», tal como afirma la fundación en un comunicado.

Reparación de ADN

La doctora Witkin (de 94 años) es experta en genética y en mutaciones de las bacterias en el Instituto Waksman de Biología en la Universidad Rutgers. Fue la descubridora, en 1960, de cómo la luz ultravioleta podría producir daños en el ADN del genoma de las bacterias y de cómo esta activaba multitud de respuestas que resultaban indispensables para su supervivencia. En los setenta, comenzó a hablarse de la «respuesta SOS», un proceso por el cual la célula intenta sobrevivir a toda costa y aumenta su tasa de desarrollo de mutaciones genéticas.

Ya en los ochenta, conoció a un estudiante que investigaba la misma respuesta en levaduras, un sencillo microbio que se usa como modelo de células eucariotas (células con núcleo diferenciado). Este estudiante era el científico con el que comparte el galardón: Stephen J. Elledge (de 59 años). Ahora es profesor de medicina en la Escuela de Medicina de Harvard y su investigación está centrada en la respuesta de las proteínas y los genes a los daños en el material genético y en sus papeles en cáncer y enfermedades degenerativas en el sistema nervioso. «Cada día te derrites un poco más, tu ADN siempre está bajo ataque», dijo en una entrevista. Según dijo, hay miles de amenazas para las células cada día, pero las respuesta al daño no se limitan a repararlas, sino que implican alertar al sistema inmune y activar otros mecanismos de superviviencia.

Anticuerpos para luchar contra el cáncer

En cuanto al premiado en la categoría de «Investigación Clínica», el doctor James P. Allison es uno de los directores del Centro Anderson de Cáncer de la Universidad de Texas. Gran parte de su investigación ha estado centrado en reorientar a algunas células del sistema inmune de los humanos para atacar al cáncer. A través del desarrollo de anticuerpos (proteínas que reconocen moléculas específicas y que se unen a ellas), consiguió desarrollar un nuevo tratamiento contra el «melanoma avanzado» en el año 2011, que se convirtió en el primer medicamento en prolongar la esperanza de vida en personas con esta agresiva variedad de tumor y cuyos principios se usan para luchar contra otros tipos de cáncer hoy día.

La «monumental» lucha contra el ébola

Por último, Médicos Sin Fronteras (MSF) ha sido premiado, según la fundación, por su «monumental» tarea de luchar contra el ébola en África occidental, un «deber que le correspondía a la comunidad internacional», afirma la organización en un comunicado. También destacan que, mientras que la comunidad internacional y la OMS respondieron lentamente, MSF alertó de que la epidemia estaba sin control y que tenía una gravedad nunca vista hasta ese momento. Hoy día, la organización destaca que MSF, que recibió el Premio Nobel de la Paz en 1999, sigue en el terreno construyendo hospitales, vacunando niños y tratando enfermedades locales y malaria.

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